Por LCC Judá Álvarez
En medio del cataclismo de la camaleónica pandemia que experimenta el mundo entero, es aberrante el surgimiento de comportamientos psicológico-degenerativos en quienes deberían estar más centrados, actuar con toda responsabilidad y sensatez, y no anteponiendo sus mezquinos y absurdos intereses económicos y políticos.
En lo que al virus asesino que asedia a la humanidad se refiere, hoy día, se ven a mentes enfermas en todo el mundo, tomando decisiones aberrantes, necias, caprichosas, soberbias, avariciosas, irresponsables y narcisistas, no basadas ni respaldadas en los conocedores y gente profesional de la salud, gente experta en su trabajo, mucho menos en la lógica y el sentido común, sino más bien, movidos por sus perversas intenciones, así como de sus viles aspiraciones políticas y económicas.
Esas mentes enfermas que anteponen a su labor de responsabilidad sus intereses bastardos, y que ante este virus devastador quieren y prefieren lanzar como carne de cañón a gente inocente como son los niños y niñas, enviándolos a las escuelas, siendo que ellos saben y conocen que este virus muy lejos está, de ser controlado y mucho menos exterminado.
La lógica y el sentido común en una persona en sus cinco sentidos, le dice y le enseña que este acto y acción, no es de sensatez, digno de personas que ostentan lugares de dirección, poder y autoridad, aunado a esas mentes retrógradas, se encuentran miles y miles de padres y madres irresponsables y desobligados, que están propugnando porque sus hijos e hijas vayan y regresen a las escuelas, un binomio totalmente fuera de sí y del sentido común.
Muchos de estos padres y madres, la mayoría, a quienes no les gusta hacerse responsables de sus hijos, que no son tampoco capaces de educarlos y tenerlos en casa, que ya se acostumbraron a dejar la educación y formación de sus vástagos a las escuelas, a los maestros, porque no les gusta batallar, y ven muchos de ellos a sus retoños como una carga y un fastidio, que piensan que tener hijos y criarlos es sólo darles de comer, proporcionarles educacion, vestido y alimento, y que argumentan sin ningún cargo de conciencia, el tener que trabajar, y que no les causa el menor pendiente el que sus hijos sean expuestos a ser infectados por este virus mortal.
Es verdaderamente monstruosa esta actitud de irresponsabilidad, la rapacidad y voracidad, los lleva a pretender exponer vidas humanas inocentes sin el menor cargo de conciencia, argumentando un supuesto mayor aprendizaje cuando se ejerce la presencia física del estudiante en la clase, peor aun, cuando se argumentan supuestos trastornos psicológicos por el encierro en casa, nada más equivocado, pues cuando se tiene una verdadera formación moral, fisica, social, cultural, emocional y espiritual, no deben ni deberían existir ni presentarse ningún tipo de trastorno, ni desesperacion alguna, el aprendizaje es el mismo cuando quien lo proporciona y quien lo recibe lo hace con entera responsabilidad y deber.
Argumentar y anteponer la educación académica presencial antes que salvaguardar la salud de los estudiantes de todos los niveles en todo el mundo, es producto de personajes inconscientes, ignorantes e inmorales, de mentes y personas que son movidos por sus egos soberbios, de personas con poder, en lugares gubernamentales que saben y conocen que ni ellos ni sus propias familias corren peligro, que ellos tienen asegurado el bienestar físico, ya que tienen a su alcance los medios para salvaguardar sus vidas y que son los primeros en recibir atención médica cuando así lo requieren, y que si hay una vacuna o la llega a haber para este virus, serán ellos los primeros en recibirla.
Asimismo hay otras voces pandémicas, que han apresurado otras reaperturas hechas al calor de su perverso juego político, de la avaricia, mentiras y engaños, aunados a ellos, están miles de personas necias e ignorantes, que se niegan a acatar las medidas de salud, todo esto, está llevando a la muerte a cientos de personas, por la irresponsabilidad de unos cuantos.
Amolados y a amolar a la plebe, a abusar del pueblo, al fin y al cabo la manipulación y la sartén la tienen por el mango, son los del poder, y las leyes a su arbitrio para hacer y deshacer, mentir, engañar, torcer, manipular, aparentar, someter, obligar, hostigar, perseguir, y pasarle por encima a quien se pueda y como se pueda, con tal de obtener y alcanzar sus intereses pueriles.
Hoy más que nunca se espera y se requiere de verdaderos líderes políticos y dirigentes de países, así como de representantes gubernamentales y de la salud, en sus cinco sentidos, responsables, con sentido común, sensatos, con verdadero sentido de servicio, con capacidad de dirección, del ejercicio del poder, de toma de decisiones congruentes, que sepan dirigir, gobernar, administrar, cuidar y proteger, sin soberbia, avaricia, narcisismo, necedad, capricho, nepotismo, sin anteponer intereses políticos y financieros a su labor, deber y obligación.
Que el ejercicio del poder que ostentan, no oscurezca y trastorne su sentido de responsabilidad, no los vuelva insensibles, apáticos y negligentes ante el dolor de sus gobernados, y que las componendas y compromisos con grupillos anarquistas y racistas, que han hecho del poder en todo el mundo su rehén, no los envuelvan y se dejen dominar, manipular y amenazar, cosa que se ve muy lejana, lejos de ser y de la realidad presente.
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