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Mientras las redes 5G continúan su despliegue a nivel global, el desarrollo de la tecnología 6G ya ha comenzado a tomar forma.
Ericsson, una de las principales compañías de telecomunicaciones, anticipa que para el año 2030 más de 500 mil millones de dispositivos estarán conectados mediante esta nueva red, previendo que esta nueva generación de redes ofrezca velocidades hasta 100 veces superiores a las de su predecesora, permitiendo el intercambio de datos en tiempo real y revolucionando áreas como el Internet de las Cosas (IoT), la realidad aumentada (AR), la realidad virtual (VR) y los sistemas autónomos.
Este inmenso crecimiento en la conectividad abre oportunidades sin precedentes. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, se están explorando aplicaciones que permitirán a médicos realizar cirugías a distancia, proporcionando atención a pacientes sin limitaciones geográficas; se espera que las ciudades inteligentes gestionen el tráfico en tiempo real, optimicen el uso de la energía y refuercen las iniciativas de seguridad pública; la nueva tecnología permitiría experiencias digitales más inmersivas y realistas en ámbitos como el entretenimiento, la educación y la formación profesional; su uso podría ser clave para desarrollar sistemas de comunicación avanzados que respalden misiones espaciales, incluida la ambiciosa meta de explorar Marte.
Aunque la adopción generalizada de 6G aún se encuentra en el horizonte y se espera que sus bases se establezcan en 2025, el camino hacia un futuro más conectado e innovador ya se está trazando.
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